Se los acusa a Jiu Fun y Hong Kang por haber abusado laboralmente de tres menores de edad. Según la policía, estos tres menores eran obligados a comerciar pollos desde las ocho de la mañana hasta la una de la madrugada y dormían sobre unas cajas de botellas de cerveza cerca del mercado Abasto.
El testimonio de los chicos cuenta que llegaron en busca de empleo y fueron contratados por estas dos personas.
Los dos acusados se encuentran en libertad esperando el juicio oral.
En cambio los dos bolivianos Hernán Lamas Peca y María Luisa Alfaro Cruz, se encuentran en la cárcel acusados de explotar a sus sobrinos también menores de edad obligándolos a vender pastillas en un sector de la avenida Uruguay, donde están instalados algunos negocios.
Los niños trabajaban desde las 7 de la tarde hasta la medianoche todos los días, no importase el clima.
Cuando no lograban las ventas necesarias, eran castigados y se les negaba la alimentación.
Esta noticia nos deja la reflexión de que debemos concientizarnos del gran abuso que presentan los menores de edad que llegan al país en busca de un trabajo y una vida mejor, pero que no logran conseguirlo debido a el abuso de algunas personas. O simplemente del abuso que reciben los menores proveniente de sus padres para poder ellos vivir mejor, sin importarles el gran sacrificio de sus hijos, sobrinos, nietos, etc.
Mailen T.
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